Hoy yendo al gimnasio como de costumbre, me encontré a una mujer dándole puñetazos a un saco, ella era Adriana Salles una boxeadora muy famosa, a la que admiraba. Veía todas sus peleas, asistía a todas y cada una de sus entrevistas, sus firmas, tengo todos sus póster. Ella es la mejor boxeadora que he visto pelear, mi sueño sería llegar a poder ser como ella.
Me entró curiosidad y me quedé mirándola durante un rato.
Llegar a ser una boxeadora profesional es mi sueño. Pero si se lo cuento a mis padres no me entenderían. Mi madre quiere que sea enfermera ya que mi hermana también lo es. Si les llego a decir que me encanta el boxeo, se liaría una buena.
De repente Adriana se giró se presentó y me dijo que si quería dar unos golpes al saco y yo le dije que me encantaría.
En ese momento, cuando tenía los guantes puestos y le golpeaba al saco, me sentía libre, me sentía grande, llena de energía, estaba a gusto.
Adriana me dijo que se me daba bien, que porqué no me dedicaba a ello. En ese momento, me quedé callada, tengo suficientes problemas ya con mis padres, ¿cómo les voy a decir que no quiero ser enfermera, que quiero ser boxeadora profesional? Eso sería un palo muy grande y fuerte en mi familia.
Le conté todo esto a mi mejor amiga, ella me comprende pero lo único que necesito es ser feliz y hacer lo que me gusta con el consentimiento de mis padres, si ellos no me dejan… ¿Qué hago?
Mis antiguas amigas me miran como si fuera un bicho raro, por llevar la ropa que llevo. Por que yo prefiero meterme en el gimnasio y pegarle puñetazos a un saco y ellas pintarse las uñas y hablar de cotilleos.
Cada vez que pongo los partidos de boxeo en la televisión, mi madre me dice que lo quite, que eso no es para chicas. Ella se cree que ser una boxeadora es horrible, no le gusta para nada la idea. Si no le gusta ni verlo en la tele, ¿Cómo le cuento que es mi mayor sueño, que es mi pasión y que es algo a lo que yo me quiero dedicar porque es lo único que me llena?
Me siento impotente al no poder hacer lo que me gusta. Mis padres no me comprenden, no me echan cuenta. Dicen que quieren lo mejor para mi, pero no me dejan hacer lo que me gusta, lo que hace que sea feliz.
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